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Los riesgos geotécnicos para las edificaciones en la Ciudad de México

Los mexicanos tenemos la suerte de vivir en un país hermosamente diverso y podemos visitar lugares montañosos, de costa, boscosos, desérticos, islas, valles... casi cualquier ecosistema. Por supuesto que eso tiene relación con las condiciones geoténicas de cada sitio, que aunado a cuestiones geológicas, como la sismisidad y el vulcanismo, tienen implicaciones para las construcciones, y nuestras vidas en consecuencia.


Cuando tenemos el interés de construir un edificio debemos de tomar esto en cuenta para nuestras previsiones de tiempos y costos de ejecución, así como en las solicitaciones técnicas para el desarrollo de proyectos seguros y factibles. A continuación te mencionamos los riesgos geotécnicos más considerables para la capial del país, para que los tomes en cuenta cuando requieras un estudio geotécnico o e mecánica de suelos.


En septiempre de 2017 recordamos el alto riesgo sísmico de esta bella cudad y las catástrofes que ello implica. Nos sobrepusimos a ello y estamos dejando evdencia de nuestra resiliencia. A partir de ello, el reglamento de construcciones tuvo algunas modificaciones aunque sigue indicando en sus normas técnicas la consideración de tres zonas geotécnicas. Cada una de ellas con diferentes riesgos, mismos que te descibimos a continuación:

Zonificación geotecnica de la Ciudad de México (Normas Técnicas, 2017)


A. Zona III (Zona de Lago)

Esta es la zona que ocupaban los antiguos lagos que navegaban los Aztecas y que después fueron desecados y rellenados por los Españoles para ser habitados. Es la zona que ha tenido más problemas.


Aunque no lo creas, el mayor riesgo de la ciudad han sido las inhundaciones y no los sismos, mismas que ocurren en cada temporada de lluvias. Actualmente, ese riesgo se ha disminuido considerblemente por la realización de muchas obras de drenaje superficial y profundo.


Debido a la naturaleza de las arcillas de los antiguos lagos, que yacen bajo las calles y edificios de la metópoli y se encuentran llenas de agua, misma que se bombea continuamente para uso humano. Este bombeo hace que literalmente toda la zona del lago se vaya hundiendo poco. Este efecto se conoce como "Hudimiento regional" o "Subsidencia".


Adicionalmente, por la alta compresibilidad y el efecto antes mencionado, existen altos riesgos de que los edificios se inclinen resultando en deformaciones que pueden, desde complicar algunas actividades o su habitabilidad, hasta favorecer el colapso de la edificación.


Por otro lado, el riesgo sísmico, se ha hecho evidente en estos terrenos, principalmente por cuestiones que no tienen que ver absolutamente de la geotecnia ni del tipo de suelo, pero que igual, han generado importantes problemas en los sismos más recientes.

B. Zona I (Zona de Lomas)

Como puedes ver, esta zona comprende todas las lomas, peñones, cerros y montes que se encuentran dentro y al rededor del Valle de México. Te aclaramos que esto NO SIGNIFICA QUE SEAN LOS MISMO. Las más antiguas de estas formaciones son también donde se depositaron las arcillas de los lagos.


Por ejemplo, al sur del valle se encuentra la Sierra del Chichinautzin, que es la formación montañosa más jóven y que cerró el valle. En el Chichinautzin es muy común encontrar roca basáltica, cuyas complicaciones son la existencia de pequeñas cavidades y estratos de roca muy fracturada que pueden dificultar la excavación de sótanos e implican menor capacidad de carga, con respecto a roca sana.


Por otro lado, al poniente se encuentra la Formación Tarango, que también es de origen volcánico, pero con alto contenido de arenas, por lo que aquí hay algunas minas para extracción de este material. Algunas de ellas fueron avandonadas sin que exista un registro de los túneles y socavones que hicieron los mineros (da click aquí para ver el nivel de peligro registrado en zonas minadas de la CDMX), y tiene el efecto el fenómeno de migración de cavernas. En términos vagos, esto significa que el techo arenoso de estas excavaciones se va despendiendo y poco a poco, haciendo que la oquedad se vaya acercando a la superficie.


Adicionalmente, varios de los taludes de las minas a cielo abierto que quedaron avandonadas se hicieron pensados como provisionales bajo criterios emiricos, por lo que no tienen inclinaciones que aseguren su estabilidad. Además, la mayoría de ellos permanecen expuestos a la intemperie sin tratamiento o prevención alguna, lo que incremente el riesgo de colapso.


También, hay zonas donde anteriormente existían rellenos sanitarios y que hoy en día se pueden encontrar auténticos rascacielos que han tenido serias complicaciones durante las excavaciones y consrtucción de cimentaciones. Denrto de lo más común se encuentra la instabilidad de estas excavaciones, problemas de estabilidad en la perforación de pilas y altos excedentes de concreto durante el colado de estas últimas.


C. Zona II (Zona de Transición)

Esta zona es el área contacto entre las otras dos y puede presentar cualquiera de las problemáticas de ambas, aunque con mucho menor probabilidad de ocurrencia. Sin embargo, al ser el contacto entre un material lacustre muy deformable y las rocas que en algunos casos también son el fondo de los antiguos lagos. Son propensas la la formación de grietas escalonadas y/o abiertas que pueden medir desde unos cuantos centímetros hasta más de un metro.

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